Ay, Mariposa ciega que vas llevándome
de la sangre mineral a la madera sonante!
Soy mi voz,
esa voz que no cesa,
pero, ¿quién escucha esta voz?
¿Para quién agita sus cuerdas de tempestad?
de la sangre mineral a la madera sonante!
Soy mi voz,
esa voz que no cesa,
pero, ¿quién escucha esta voz?
¿Para quién agita sus cuerdas de tempestad?
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
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