13 sept 2008
Aunque eso ya no fuera.
_____________________________________________________
Él ya no habitaba su nombre.
Él ya no habitaba su nombre.
Ella insistía en nombrarlo.
Él acudía a su llamado, iba sin ser.
Ella temía el vacío,
por eso nombraba lo que conocía
aunque eso ya no fuera.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
por eso nombraba lo que conocía
aunque eso ya no fuera.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
Gracias.
_____________________________________________________
Gracias por el día.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
Gracias por el día.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
Etiquetas:
La desolación de la belleza.
Truenos como ojos.
Encender las sombras.
_____________________________________________________
Una estela de sal y tu carne y tus huesos
alejándose de todo aquello
de lo que no se puede escapar.
Otras banderas te darán cobijo,
otros hombres encenderán las sombras,
otras sombras treparan la noche y el hambre,
otra noche callará su voz.
Oirás el callar, verás las sombras erguirse,
la noche respirar.
Una estela de sal y tu carne y tus huesos
alejándose de todo aquello
de lo que no se puede escapar.
Otras banderas te darán cobijo,
otros hombres encenderán las sombras,
otras sombras treparan la noche y el hambre,
otra noche callará su voz.
Oirás el callar, verás las sombras erguirse,
la noche respirar.
Habrá hombres, banderas
estarán tu carne y tus huesos
y una novel e indeleble
estela de sal.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
estarán tu carne y tus huesos
y una novel e indeleble
estela de sal.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
Suscribirse a:
Entradas (Atom)