Una vez más
vuelvo a descubrirme
en tu vuelo.
Despierto, te traigo,
te llevo como mía,
de mi posesión.
Me alejo, me abandono
pero no te vuelvo ausencia.
Me distraigo del mundo
en tu mundo y no hay otra razón,
ni otro mundo,
y te llevo una vez más,
dondequieraquevaya,
dondequieraquesea.
Siento, inagotable, la belleza del misterio,
la serena ferocidad de tu arte trocado en devenir.
Somos el horizonte.
Amo tu verbo y lo que esconde.
Amo tu nombre, tu verbo...
La máscara cae.
El sortilegio que las sombras cantan
te nombra y soy feliz.
Soy lo que no cesa,
en busca de la que jamás claudica.
Madre del misterio y la belleza.
Somos el horizonte.
Todo verdad.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
vuelvo a descubrirme
en tu vuelo.
Despierto, te traigo,
te llevo como mía,
de mi posesión.
Me alejo, me abandono
pero no te vuelvo ausencia.
Me distraigo del mundo
en tu mundo y no hay otra razón,
ni otro mundo,
y te llevo una vez más,
dondequieraquevaya,
dondequieraquesea.
Siento, inagotable, la belleza del misterio,
la serena ferocidad de tu arte trocado en devenir.
Somos el horizonte.
Amo tu verbo y lo que esconde.
Amo tu nombre, tu verbo...
La máscara cae.
El sortilegio que las sombras cantan
te nombra y soy feliz.
Soy lo que no cesa,
en busca de la que jamás claudica.
Madre del misterio y la belleza.
Somos el horizonte.
Todo verdad.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
2 comentarios:
me gustó lo que leí
me gustó tu imagen/foto
aunque me colapsó cuando hablaste de posesión
no creo las personas se puedan poseer
como los objetos
apropiarse
saludos
y nos leemos
muak
.
.
y si desenmascaramos los misterios?
puede nacer el verdadero amor..
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