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Si fallamos al asesinar a Dios
y hoy lleva otros nombres…
No podemos, ni debemos fallar,
en lo imperioso:
Asesinar al público.
…
La enajenación es el sostén del público.
El arte se sustenta por si solo,
la bestia que lo devora
sucumbe ante el vacío.
…
Buscamos la palabra
entre las ruinas del sueño y la mañana.
Insomnio sin gracia.
Dormir sin sueño.
Despertar sin ganas.
Hambre de diversión
saciado en la decadencia.
Resinificar lo cotidiano
o abandonar la vida.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli
Si fallamos al asesinar a Dios
y hoy lleva otros nombres…
No podemos, ni debemos fallar,
en lo imperioso:
Asesinar al público.
…
La enajenación es el sostén del público.
El arte se sustenta por si solo,
la bestia que lo devora
sucumbe ante el vacío.
…
Buscamos la palabra
entre las ruinas del sueño y la mañana.
Insomnio sin gracia.
Dormir sin sueño.
Despertar sin ganas.
Hambre de diversión
saciado en la decadencia.
Resinificar lo cotidiano
o abandonar la vida.
Fotografía - Texto: Diego L. Monachelli